sábado, 14 de diciembre de 2013

Arte catalán en el mundo

Joan Miró, Salvador Dalí o Juli (Julio) González consiguieron que la vanguardia catalana llegara a los museos más prestigiosos del mundo. Ellos también fueron los inspiradores y la referencia de muchos de los artistas del siglo XIX y XX de Europa y América del Norte y Sur. Coleccionistas de todo el planeta se han interesado por el arte catalán medieval, románico y gótico.
A finales del siglo XIX, el modernismo impregnaba buena parte de la obra de los artistas de aquel momento. Fue el caso de Pablo Picasso, que en Barcelona creó algunas de las obras más emblemáticas de su época azul, como ‘La vida’, que actualmente se encuentra en The Cleveland Museum of Art. En 1904, el pintor malagueño se estableció en París. A pesar de todo, volvería a menudo a Barcelona para pasar algunas temporadas. En una de esas estancias, en Horta de Sant Joan, en 1909, maduró lo que se conocería como cubismo y pintó ‘La fábrica de Horta’, que se puede ver en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Picasso estableció profundos lazos de amistad con los artistas catalanes que residían en París y entró a formar parte de los nuevos movimientos de vanguardia. En 1920 acogió a un artista que sería todo un referente en el mundo del arte, Joan Miró. Testimonio de la amistad entre ambos genios fue el ‘Autorretrato de Joan Miró’ (1919), conservado en el Museo Picasso de París. Miró se dejó seducir por las corrientes surrealistas y alcanzó una gran proyección internacional, colocando su obra en los museos de todo el mundo. Uno de sus cuadros, ‘La masía’, que representa el entorno de una casa de campo tradicional catalana y que perteneció al escritor norteamericano Ernest Hemingway, se puede ver en la National Gallery of Arts de Washington. El prestigioso Museum of Modern Art de Nueva York posee algunas de las obras más importantes del pintor barcelonés, como ‘Paisaje Catalán’ o ‘Interior Holandés’.
La huella de Miró también se puede ver en la sede central de la UNESCO de París. En sus paredes se halla el mural cerámico del sol y la luna que Miró creó con el ceramista catalán Josep Llorens Artigas, en 1958. En el mismo edificio está ‘Todas las cosas’, de otro gran artista contemporáneo, Antoni Tàpies.
Si Picasso había acogido a Miró en París, Miró hizo lo mismo, en 1928, con otro artista de gran talento, el ampurdanés Salvador Dalí. Miró puso en contacto a Dalí con los surrealistas y éste acabó liderando la nueva corriente artística de vanguardia. En 1934, Dalí viajó a Nueva York y su obra despertó el interés de los coleccionistas norteamericanos. Entre estos coleccionistas fascinados por la obra daliniana, estaba el matrimonio formado por Albert Reynolds Morse y Eleanora Morse. Los Morse iniciaron su relación con el artista catalán en 1942 y, con el tiempo, consiguieron reunir una extraordinaria colección. Cuarenta años después, en 1982, el material era lo bastante importante como para crear el Salvador Dalí Museum en Saint Petersburg Florida.
El estímulo de Pablo Picasso fue igualmente decisivo en la obra de Juli González, también conocido como Julio González. González fue un gran innovador en el terreno de la escultura y abanderado en la escultura contemporánea en hierro. Su obra se puede ver en las colecciones del Centro de Arte Georges Pompidou, en París. Una de sus obras más importantes fue ‘Montserrat’, que formó parte del legendario pabellón, donde también estaba el ‘Guernica’ de Picasso, de la República española en la Exposición Internacional de París de 1937. Esta impresionante escultura se encuentra en el Stedelijk Museum de Ámsterdam.
Otro de los protagonistas del arte de vanguardia internacional fue Joaquim Torres i García. Torres i García había nacido en Uruguay, pero su familia, que era de origen catalán, se trasladó a Barcelona en 1891. Fue en la capital catalana donde este artista se convirtió en uno de los protagonistas más destacados de los ambientes artísticos de principios del siglo XX. Más tarde, como ya habían hecho Picasso, Miró o Dalí, se trasladó a París, donde desarrolló su personal lenguaje constructivista. Un estilo que, al final de su vida, difundió por América del Sur. Buena parte de su obra se conserva en el Museo Torres García de Montevideo.
Josep Maria Sert tuvo una extraordinaria proyección internacional. Sus grandes decoraciones murales se pueden ver en el Rockefeller Center de Nueva York o en el Palacio de las Naciones de Ginebra.
Durante el siglo XIX, el arte catalán tuvo bastante éxito en los países del Caribe y de América del Sur. En Buenos Aires se puede ver el ‘Monumento a la Carta Magna y las cuatro regiones argentinas’; en Guayaquil, la ‘Columna de los héroes de la Independencia’; en Lima, el ‘Monumento al coronel Bolognesi’, y en La Habana, el ‘Monumento a los bomberos’, de Agustí Querol. Otro escultor catalán que exportó su obra fue Miquel Blay, autor del ‘Monumento a Mariano Moreno’, en Buenos Aires; el ‘Monumento a José Pedro Valera’, en Montevideo, y el ‘Monumento a Vasco Núñez de Balboa’, en Panamá. Otro artista catalán de éxito en América fue el arquitecto Ferran Romeu, que con el escultor Pere Carbonell creó el ‘Mausoleo de Colón’ en Santo Domingo.
El modernismo catalán sedujo especialmente a los cubanos. En La Habana, Santiago de Cuba o Camagüey se pueden ver algunas obras arquitectónicas muy representativas de este movimiento.
Uno de los artistas catalanes que alcanzaron más proyección internacional durante el siglo XIX fue Marià Fortuny i Marsal. El marchante francés Adolphe Goupil ayudó a impulsar la obra del artista catalán y a darle proyección internacional. De Fortuny gustaba, sobre todo, su evocación de la España goyesca o de la época de los árabes. El hijo de Marià, Mariano Fortuny, alcanzó gran fama como escenógrafo y diseñador. En Valencia hay un museo dedicado a su memoria.
La Guerra Civil española forzó a muchos de los artistas catalanes a emprender el camino hacia el exilio. Fue el caso de Antoni Bonet Castellana o Josep Lluís Sert. Castellana continuó su trayectoria en Argentina y Uruguai. Sert se estableció en Harvard en 1953 y realizó importantes obras, como la Fundación Maeght en Saint-Paul de Vence o el complejo de la embajada de Estados Unidos en Bagdad.
Los arquitectos catalanes más contemporáneos han conseguido gran resonancia internacional. Es el caso de Ricardo Bofill, Enric Miralles, Òscar Tusquets, el estudio MBM (Martorell-Bohigas-Mackay) o Alfredo Arribas.
Entre los escultores catalanes del siglo XX que han conseguido fascinar a público de todo del mundo, destacan Enric Monjo, con obras de carácter religioso en Miami y Washington; Josep Maria Subirachs, con monumentos en México y Seúl; o Jaume Plensa, autor de la ‘Crown Fountain’ en el Millenium Park de Chicago.
El arte medieval, románico y gótico catalán también se puede encontrar en los museos y bibliotecas de Europa y América. Las Biblias de Ripoll, que son manuscritos iluminados del siglo XI, se conservan en la Biblioteca Nacional de Francia y en la Biblioteca Apostólica Vaticana. Las pinturas de Bernat Martorell y Jaume Huguet se encuentran en el Museo del Louvre. La Biblioteca Nacional Marciana de Valencia guarda el libro de horas de la reina María de Navarra; el Museo de Sarajevo, una Haggadah catalana del siglo XIV; y el Museo Nacional de Arte Antiguo de Lisboa, pintura gótica.
Los museos al otro lado del Atlántico también acaparan importantes obras antiguas catalanas. El retablo de Anglesola de las pinturas murales del castillo de Mur se encuentra en el Museum of Fine Arts de Boston. En la sección ‘The Cloisters’ del Metropolitan Museum of Art de Nueva York se puede ver el panteón de los condes de Urgel y en el Art Institute de Chicago, el retablo de san Jorge de Bernat Martorell. En el Museo de Arte de San Francisco está el relieve del retablo mayor de la Seu Vella de Lleida; en el Walters Art Museum de Baltimore se puede ver el frontal románico de san Martín. Otros museos que acercan el arte catalán al público norteamericano son el Cleveland Museum of Art, el Philadelphia Museum of Art o la Hispanic Society of America, que ha reunido excelentes muestras de arte catalán de todos los tiempos.
fuenteshttp://www20.gencat.cat/portal/site/culturacatalana/menuitem.be2bc4cc4c5aec88f94a9710b0c0e1a0/?vgnextoid=d07cef2126896210VgnVCM1000000b0c1e0aRCRD&vgnextchannel=d07cef2126896210VgnVCM1000000b0c1e0aRCRD&vgnextfmt=detall2&contentid=dd86110e279d7210VgnVCM1000008d0c1e0aRCRD

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